Considerados como parte de la cadena de valor en el sector alimentario, los viveros de plantas frutales continúan trabajando a pesar de las dificultades derivadas de la crisis del coronavirus.
“Todas las visitas que teníamos programadas para los productores interesados en nuestras variedades se han anulado, estamos recibiendo algunas cancelaciones de pedidos ante la incertidumbre por esta situación y están habiendo retrasos en las entregas”, explica Rosa Hernandorena, directora comercial de Viveros Hernandorena.
“Generalmente hay menos expediciones. Por ejemplo, teníamos prevista la plantación de almendros, pero como se trata de fincas grandes se necesita maquinaria pesada y unos 8 operadores trabajando sin poder mantener la distancia de seguridad entre ellos, algo resulta imposible según los protocolos de contención del virus. No obstante, el hecho de tener las plantas en macetas, nos permite alargar la primavera”, añade.
“No obstante, nos sentimos afortunados de poder seguir desarrollando nuestra actividad, a diferencia de otros sectores como por ejemplo los viveros de plantas ornamentales, que están atravesando momentos verdaderamente difíciles al borde de la ruina, ya que sus clientes han anulado las compras casi por completo. Los técnicos de plantas ornamentales no tienen permiso para salir, al no ser un sector primario. Hasta febrero del año que viene no volverán a tener ventas, probablemente”.
Respecto a los frutales de hueso, de acuerdo con Rosa Hernandorena “se ha notado en los últimos años la crisis de precios en la tendencia y cantidad de compras de plantones, además de que se han arrancado plantaciones y debería notarse una menor oferta en el mercado. Aún así, quiero pensar que este año aumentará la demanda, ya que por la influencia del coronavirus se están revalorizando ciertos productos -como la naranja-, y creo que le ocurrirá lo mismo a la fruta de hueso. Esperamos que los agricutores puedan cobrar precios dignos por su fruta”.