La superficie de pistacho sigue aumentando en España. En 2022, según los avances de superficie y producción que comparte el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, se ha producido un nuevo repunte de casi un 15% al pasar de las 61.231 hectáreas contabilizadas en 2021 a casi 70.300.
No obstante, la expansión del pistacho en España es relativamente reciente y, de esa cantidad, solo el 33% se encuentra en producción con unos rendimientos medios aún muy alejados de la productividad máxima que puede alcanzar el cultivo, lo que permite adivinar el crecimiento exponencial que experimentará la producción española en los próximos años en los que, además, se espera que sigan aumentando las plantaciones.
“El cultivo del pistacho en España es una realidad. Las producciones que estamos teniendo hasta ahora todavía están siendo muy pequeñas y, a nivel de exportación, aún no nos permiten atender a las grandes cadenas internacionales; pero en unos 6 u 8 años, estaremos en disposición de hacerlo, aunque puede que, en ese momento, ese no sea nuestro objetivo principal como sector”, indica Alfredo Pérez, presidente de Grupo Pistacyl, principal productor de pistacho de Castilla y León.
“El pistacho español tiene cada vez más aceptación en los mercados internacionales. A nivel de cultivo, hace pocos años en España era bastante desconocido, pero se han ido haciendo cada vez más proyectos de I+D e investigación en el cultivo y cada vez cometemos menos errores en su producción”.
“En Pistacyl, de hecho, estamos muy involucrados en la investigación en pistacho y hemos llevado a cabo varios proyectos de I+D en el cultivo y procesado del pistacho, y estamos cediendo todo el conocimiento a otras empresas de Castilla y León para mejorar las plantaciones en la comunidad autónoma y hacer que el pistacho castellanoleonés sea de una calidad excelente. Y lo estamos consiguiendo”.
“La respuesta que hemos tenido en el Salón Gourmets en Madrid ha sido fabulosa. Ha sorprendido el color, el tamaño, el sabor y la alta calidad de nuestros pistachos”, destaca Alfredo. “Hacemos un producto natural sin ningún tipo de aditivos que está teniendo muy buena aceptación en Europa, donde ya estamos exportándolo. También ha tenido muy buena aceptación y ha sorprendido la crema de pistacho que presentamos en Madrid, hecha con pistacho 100% natural molido en frío, y que hemos desarrollado junto con el maestro pastelero Lázaro Sanabria de la pastelería Castiviejo de Medina de Ríoseco, que nos ha ayudado a conseguir una línea espectacular por la que las mejores pastelerías y restaurantes están mostrando mucho interés”.
“Nuestra apuesta ha sido desarrollar una crema para elaborar postres y otros platos, pero algunas cadenas de supermercado ya han mostrado su interés por una versión untable para el consumidor final, y en breve esperamos empezar a trabajar en ello”.
“Los rendimientos máximos no se alcanza hasta los 18 años”
La floración de los árboles de pistacho de las plantaciones de Pistacyl –principalmente de la variedad Kerman, cuya floración más tardía permite evitar las últimas heladas de la primavera– está terminando en Castilla y León, desarrollándose con éxito pese al contexto de sequía que acompaña lamentablemente este año a todos los cultivos del país. “De momento todo va bien. Hay muchas hectáreas en regadío con instalaciones de goteo y el consumo de agua comenzará el mes que viene tras la floración. Esperemos que en ese momento llueva para que los pistachos no se queden con calibres pequeños, aunque hay que recordar que el pistacho tiene una necesidad de agua bastante menor que otros frutales”.
Esta exigencia hídrica moderada, junto con su adaptabilidad a las zonas tradicionalmente de secano y, sobre todo, su interesante rendimiento, han sido los que han propiciado el boom del cultivo de pistacho en España en la última década. “El pistacho es una buena inversión, pero hay que tener en cuenta que hasta los 7 u 8 años de plantarlo no se empiezan a cosechar frutos y los árboles no alcanzan la máxima producción –entre 2.000 y 2.500 kilos por hectárea– hasta los 18 años. Animamos a que la gente siga haciendo inversiones en pistacho, pero también queremos que se sepa que, aunque se ha vendido como el ‘oro verde’, es una inversión a largo plazo para la que hay que tener suficiente financiación porque se amortiza en una media de 12 años”.
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