05 enero, 2017

Los productores de fruta aragoneses quieren hacerse un hueco en el mercado chino. El pasado abril, una docena de empresas firmaron el protocolo de exportación y de cara a la próxima campaña trabajan en solucionar las dificultades logísticas detectadas y establecer los contactos comerciales necesarios. Así lo asegura Gloria Izquierdo, de Summer Fruit, una de las empresas más importantes del Bajo Cinca, con una producción anual de 15 millones de kilos. De ellos, exportan el 99% hacia Europa, Sudáfrica, Canadá, Emiratos Árabes o Singapur.

Ahora, su nuevo reto es llegar al gigante asiático, lo que esperan conseguir durante la siguiente campaña. Para ello, tienen previsto utilizar dos canales de transporte, el barco y el avión. Ahora mismo, son las dos vías más desarrolladas. Otra gran oportunidad es el ‘tren de la seda’, que une Yiwu con Madrid y que espera contar con una parada en Zaragoza. En un futuro cercano, el delegado de Aragón Exterior en China, Rafael Llopis, cree que será la ruta «más efectiva, especialmente para algunos productos, ya que acortará los plazos y abrirá mercado en nuevas zonas del interior». Ahora bien, de momento, necesita un mayor desarrollo.

Por vía marítima, el problema está en el largo viaje, que ronda los 40 días, lo que pone en peligro la viabilidad de la fruta. Por ello, lo ideal es «planificar los envíos desde el campo, lo que requiere seguir unos estrictos protocolos sobre el momento y forma de recogida, selección o conservación del producto», señala Izquierdo. De utilizarse este método, es posible hacer envíos de grandes contenedores, que puedan llegar a supermercados, fruterías o mercados tradicionales.

En el caso del avión, las condiciones y el destino cambian. De hecho, «la idea es realizar envíos de fruta de alta calidad, ya que el valor añadido del producto debe compensar los altos costes del transporte elegido», señala Llopis, quien, al mismo tiempo, subraya las grandes posibilidades de esta opción, ya que un alto porcentaje de la población tiene claras sus prioridades: «calidad y seguridad alimenticia». En este caso, la batalla está ganada con el producto local, que tiene una calidad inferior y además, crea «mayor desconfianza».

El socio adecuado
Al margen de la logística, otro de los grandes retos de los productores está en encontrar el socio adecuado, es decir, el agente, importador, cliente final o plataforma ‘on-line’ ideal para la introducción del producto. Para ello, las empresas aragonesas pueden buscar el asesoramiento del Gobierno de Aragón y además, utilizar su experiencia en otros mercados como Emiratos Árabes. En el caso de España, el protocolo firmado afecta a los cítricos, la ciruela y el melocotón, donde se incluye el paraguayo y la nectarina.

De momento, se han realizado envíos puntuales con resultados muy desiguales. Para llevarlos a cabo con éxito, varias empresas aragonesas han comenzado a mover ficha. Por ejemplo, Summer Fruit seguirá buscando los contactos necesarios en la feria de exportadores y distribuidores de fruta de Hong Kong. Aunque las expectativas son altas, la empresa es consciente de que será un proceso largo y apuesta por «una entrada progresiva, que podría alargarse entre tres y cuatro años», señala Izquierdo.

Clase media en alza
En la actualidad, España es el único país de la Unión Europea autorizado para exportar cítricos, ciruela y melocotón al mercado chino, lo que genera una gran oportunidad de negocio ante las dimensiones del gigante asiático. Además, la población está cambiando sus hábitos de consumo conforme crece su poder adquisitivo. La clase media está en alza y de su mano, la introducción en su dieta de un mayor porcentaje de proteínas y frutas, según explica el delegado de Aragón Exterior en China, Rafael Llopis, que el 14 de diciembre participó en una jornada organizada en Fraga. Acudieron unos 25 empresarios, todos vinculados al sector de la fruta y deseosos de conocer las posibilidades de este nuevo mercado, en el que «lo importante es establecer los contactos adecuados y salvar los problemas logísticos, ya que ofrece grandes oportunidades», añade Llopis.

Y no solo para la fruta. Hay otros casos de éxito como el cerdo, el aceite o el vino, que han logrado abrirse camino en el mercado asiático. Para ello, es fundamental «apostar por la promoción y, a la vez, por la información y formación de nuestros clientes, ya que deben conocer las características y usos del producto», concluye.

Fuente: elheraldo.es