09 junio, 2020

La cosecha de fruta en Aragón será un 15% inferior a la de 2019, totalizando unas 530.093 toneladas, según prevé la organización agraria Uaga. Este descenso estará ocasionado tanto por las inclemencias meteorológicas durante la primavera como por la reducción de un 3,52% de la superficie cultivable dedicada a frutales en la comunidad autónoma.

En España, la totalidad de la superficie plantada de melocotón, nectarina, albaricoque, cereza, ciruela, manzana y pera, según los datos del Ministerio de Agricultura, asciende a poco más de 190.000 hectáreas, de las que 37.033 se localizan en Aragón, la mayor parte en las comarcas de Valdejalón, Bajo Cinca, Calatayud, Aranda, Caspe, Bajo Aragón, Matarraña y La Litera.

Por producciones, en el melocotón y la manzana la superficie cultivable ha disminuido casi un 10% mientras que la de la cereza ha aumentado algo más de un 9%, con respecto al 2017.

Como explicó en rueda de prensa telemática el secretario provincial de Uaga Zaragoza, Toño Romé, en Aragón se espera una cosecha de cereza de alrededor de 29.000 toneladas, un 30% menos, porcentaje que en zonas como Calatayud, debido al pedrisco, se incrementa hasta un 50% en el caso de las variedades tempranas mientras que las pérdidas en las tardías alcanza el 20%.

En albaricoque también se calcula un descenso en torno al 20% sobre todo en las variedades tempranas, con una cosecha de unas 17.000 toneladas. En ciruela se recolectarán cerca de 11.000 toneladas, un 3% menos que el año anterior, mientras que en melocotón y nectarina las 350.000 toneladas que se esperan suponen una disminución de la cosecha de un 13% de media con respecto a 2019.

Las cerca de 49.000 toneladas de pera que se calculan son un 10% menos, debido al mal cuajado y la piedra, y en manzana la merma alcanzará aproximadamente el 18% con una cosecha de 76.000 toneladas.

Dado que la caída de la producción va a ser general en España y Europa y que en Italia, el principal competidor de Aragón, puede ser de hasta un 25-30%, Uaga confía en una buena fluidez en la exportación y unos buenos precios para que no se reduzcan los beneficios ya que este año los agricultores asumen un incremento del 30% de los costes por las medidas de seguridad por la COVID-19 que han tenido que aplicar a la mano de obra, como explicó Oscar Moret, responsable del sector de la fruta de Uaga.