La empresa STM BIO, con sede en Perpiñán y especializada en la producción y comercialización de productos procedentes de agricultura ecológica en la llanura del Rosellón, también ha sufrido las recientes heladas que han afectado a Francia.
«Tendremos todos los resultados en los próximos días, pero lo que está claro es que habrá graves consecuencias. Nos ha afectado mucho; cuantos más días pasan, más nos damos cuenta de los daños en los árboles. Si tuviésemos que dar una estimación, en estos momentos estaría en torno al 70%», afirma Michael Sánchez Escrivá, responsable de desarrollo comercial en STM BIO.
Temperaturas récord
Aunque la comuna de Palau-del-Vidre, en el departamento de Pirineos Orientales, ha experimentado temperaturas negativas por debajo de 1,7 °C, en el lado de las cuencas más cercanas al mar Mediterráneo, como cerca de Torreilles, la temperatura ha bajado a -3 °C. «Esto no se ha visto desde hace unos treinta años. Con estas temperaturas, a pesar de la instalación de braseros llenos de leña o el uso de velas, ya hemos perdido unas 400 toneladas».
Las frutas de hueso se han visto muy afectadas
Todavía es muy pronto para cifrar las pérdidas, pero los daños en los albaricoques son muy importantes. Para los melocotones y las nectarinas, habrá que esperar para hacerse una idea. «Normalmente, el hueso de la fruta en esta época es blanco, pero aquí es marrón, lo que significa que está congelado. Los frutos que aún están en los árboles por el momento caerán y dentro de un tiempo sabremos más. Estamos recibiendo los expedientes de catástrofe agrícola y está previsto que la DDTM (Dirección Departamental de los Territorios y el Mar) venga a comprobar los daños».
«En los estantes este verano no habrá mucha producción francesa»
STM BIO, que desarrolla asociaciones éticas y sostenibles con productores transfronterizos, se dirigirá a España. «Ahora estamos estudiando la posibilidad de establecer programas con socios españoles en las zonas de Murcia, Almería, Sevilla, Lleida y Valencia. Por desgracia, nos vemos obligados a establecer programas con ellos antes de lo previsto. Normalmente lo hacemos al final o después de la temporada, pero ahora las consecuencias serán tales que en términos de producción global francesa, en los estantes este verano, no habrá mucho», concluye Michael.