010 abril, 2023

Hay quienes usan el riego por aspersión debajo de las copas de los árboles para crear un microclima, y quienes confían en los riegos por encima de las copas para proteger sus huertos contra las heladas. Luego hay quienes queman pellets o leña, y quienes usan quemadores de combustible tirados por tractores. Los agricultores tratan por todos los medios de salvaguardar su cosecha y lo testimoniamos en este reportaje con fotos y vídeos realizado la noche del 6 de abril de 2023, de la 1 a las 5 de la mañana.

Primero acudimos a Davide Vernocchi, un conocido agricultor que también es presidente de Apoconerpo. A la una de la madrugada, Vernocchi estaba alimentando la estufa con pellets y leña para proteger sus albaricoqueros y sus árboles de kaki. En la zona de Russi, provincia de Rávena, la temperatura bajó a los 4 °C bajo cero

Davide Vernocchi.

«Es difícil, tenemos que correr toda la noche”, comentaba Vernocchi sin aliento, “pero no tenemos más remedio: tenemos que proteger las producciones».

Aspersores debajo de las copas de los árboles.

Luego nos desplazamos a un huerto frutal a unos kilómetros de Rávena. Aquí, Antonio Casadei usa el riego por aspersión debajo de los árboles para crear un microclima. «Encendí el sistema de riego a las dos de la tarde, porque había visto el pronóstico del tiempo».

En primer plano, la hierba helada y, un poco más allá, solo mojada gracias al microclima en el interior del huerto.

«Toda esta agua crea un efecto dinamizador que me permite mantener la temperatura en el huerto de melocotoneros en torno a los 0,7 °C». Se ve como a unos pocos metros de distancia se congela el agua fuera del huerto, pero no dentro.

Mucho humo en Bagnacavallo.

Desde el término municipal de Rávena nos dirigimos hacia Bagnacavallo, también en la provincia de Rávena, donde un agricultor generó humo y calor mediante un quemador de madera y paja, tirado por el tractor. Todo ello para subir unos grados la temperatura.

Estufas de pellets en funcionamiento en la empresa Bosi.

También en la zona, la empresa Luigi Bosi había encendido estufas de pellets para proteger los perales en flor. En otros huertos, el mismo agricultor estaba ocupado encendiendo más fuegos.

Generador de aire caliente en una plantación superintensiva de almendros en la localidad de Imola. 

Avanzando 40 kilómetros, llegamos a Imola (Bolonia). En la plantación superintensiva de almendros, las empresas Romagna Impianti y Fruit Net System protegieron sus 3 hectáreas con un generador de aire caliente, tirado por un tractor y alimentado con diésel. Los operarios recorrieron el huerto de punta a punta durante toda la noche.

Manuele Malavolti.

La última visita se llevó a cabo en las colinas de Modigliana (Rávena) a unos 200 metros sobre el nivel del mar. El joven empresario Manuele Malavolti, de 31 años, tiene 6 hectáreas de kiwi que defiende con el riego por aspersión por encima de las copas de los árboles.

Hielo para proteger los kiwis.

El riego se activó en la tarde del 5 de abril y continuó durante toda la noche y la mañana del 6 de abril, ya que el hielo debe derretirse lentamente para no dañar los brotes. Aquí la temperatura había alcanzado al menos 3 °C bajo cero.