La cosecha de fruta de hueso se ha adelantado significativamente este año en varias zonas productoras de España. Todo apunta a que habrá menos oferta respecto a la campaña pasada, sobre todo en albaricoque, ciruela y cereza. Los grandes resultados de la campaña de cítricos dejan una sensación de fuerte optimismo, pero pesa la incertidumbre por la posible influencia de la crisis del COVID-19 en el consumo de fruta de hueso, siendo todavía pronto para conocer la tendencia que seguirán las ventas este año.
“La cosecha de fruta de hueso ha tenido un adelanto histórico para nosotros de entre quince y dieciocho días”, cuenta Carlos Echeveste, director comercial de Frutaria. “Esta es la tercera semana que estamos vendiendo, pero no será hasta la semana que viene cuando contemos con volúmenes más consistentes. De momento la calidad es bastante correcta, las ventas son fluidas y los precios razonables, aunque no tenemos toda la información necesaria para saber qué tendencia seguirá el comercio este año, hasta que no entre en el mercado una mayor oferta y zonas como Murcia empiecen a estar a pleno rendimiento”.
La producción de fruta de hueso de Frutaria se encuentra bien diversificada por gran parte de la geografía española, con plantaciones en Sevilla, Huelva, Badajoz, Zaragoza y Huesca, empezando a mitad de abril con nectarina y melocotón, y terminando en octubre con la ciruela.
De acuerdo con Carlos Echeveste, se prevé un año con poca ciruela. “En general, se han arrancado muchas parcelas de frutales de hueso este año, fruto de los malos resultados de la campaña pasada y que se ha visto muy reflejado en el caso de la ciruela. Por otra parte, ha habido una menor floración y cuajado, dejando rendimientos más bajos. Si a todo esto le sumamos que la Vega Alta del Guadiana (Badajoz) –unas de las zonas productoras más importantes de ciruela– se ha visto seriamente perjudicada por el pedrisco, parece que habrá menos disponibilidad de ciruela”.
En cereza se espera un descenso de la producción incluso mayor, ya que se han dado numerosas afectaciones por granizo y heladas en Francia y sobre todo en Italia. En España, en zonas productoras de Cataluña, el Jerte o el sur de la Comunidad Valenciana.
“Afortunadamente, este año nuestros campos no se han visto perjudicados por estas adversidades meteorológicas como sí ha ocurrido en otros lugares y por lo cual se esperan menos volúmenes en julio y agosto. La verdad es que, en cereza, estamos obteniendo muy buenas campañas desde 2014”. En cuanto al albaricoque, las producciones italianas y francesas están muy afectadas por las heladas, al igual que en España, donde se acusa un descenso importante en Murcia.
Frutaria ha realizado importantes inversiones en renovación varietal en los últimos años. “El futuro está en la fruta con sabor, fácil y cómoda de comer. Aunque deben ser variedades con productividad y, por tanto, rentabilidad para el agricultor, la renovación va enfocada en el sabor. El consumidor es el que escoge y busca sabor y continuidad”.
La compañía destina su fruta de hueso a diversos mercados en Europa, así como en destinos más lejanos. “Desde mitad de los años 90 exportamos fruta en contenedores. Tenemos experiencia en envíos a países del golfo Pérsico, Brasil, Colombia, países de África y Asia, en mercados como el de Singapur, Malasia, India y Hong Kong”.
¿Cómo influirá el COVID-19 en la comercialización de fruta de hueso?
Frutaria está terminando su campaña de cítricos, productos que conforman uno de los pilares del negocio de esta compañía, y lo hace con muy buenos resultados, así como en peras y manzanas. “Estamos terminando una campaña de cítricos sorprendentemente espectacular en demanda y precios. Ya empezó siendo muy buena en mandarina, producto que mantiene más altas sus cotizaciones en los últimos años, pero en naranja, limón y pomelo, hemos tenido un repunte de las ventas muy alto a partir de marzo, potenciado en parte por los efectos del COVID-19. La campaña de peras, de las cuales estamos finalizando las últimas existencias, también ha sido excelente, al igual que la de manzanas, cuyas ventas también se han disparado tras el brote de la pandemia”, señala Carlos Echeveste.
“Se presentan muchos retos para esta campaña de fruta de hueso: la lira turca y el real brasileño se dispararán en las exportaciones. Los envíos por avión van a caer mucho, porque apenas hay vuelos disponibles y son muy caros. Los costes del transporte se han encarecido porque los camiones retornan vacíos”, avanza el director comercial de Frutaria. “Sin duda, esta pandemia dejará tras de sí una crisis económica que influirá notablemente en el poder adquisitivo de los consumidores en casi todo el mundo. Posiblemente, otros sectores alimentarios notarán más estos efectos, ya que la fruta, además de ser saludable, algo que ahora buscarán más que nunca los consumidores, es más asequible que otros productos procesados y más versátil en la preparación de snacks y postres”, afirma. “Esperamos que pase como en los cítricos y la gente se anime a consumir fruta de temporada este verano”.