06 julio, 2023

Fuentes del sector han explicado a Segre que en estos momentos la producción tardía de Murcia, que ha sufrido un retraso en la recolección, se ha solapado con la de Lleida y Aragón, adelantada por las altas temperaturas primaverales. Por ello, hay centrales que están optando por restringir la entrada de fruta de hueso de calibres cortos, priorizando los melocotones, nectarinas y paraguayos de mayor tamaño.

Por una parte, se quiere evitar fruta pequeña a bajo precio de comercialización. Pero por otra, también quieren poder gestionar de forma adecuada la más apreciada por el consumidor y no colapsar las cámaras frigoríficas.

El responsable del sector frutícola de Asaja de Lleida, Jordi Vidal, explica que la fruta de calibre pequeño está devaluada y que hay que tener en cuenta el incremento de los costes de producción. “Solo los gastos de una central frutícola se sitúan entre 50 y 60 céntimos de euro por kilo. Así, el precio de salida de central debería ser de al menos 80 céntimos en el caso del melocotón y 90 en los paraguayos porque sino estaríamos trabajando a pérdidas”.

Estas cifras, afirma, solo servirían para cubrir costes de producción. Según su información del mercado, en estos momentos la fruta de mayor tamaño sí que se está valorando por encima de la inversión para sacarla al mercado, pero no pasa lo mismo con la pequeña.
Otras fuentes, de hecho, apuestan por la puesta en marcha de retiradas en especie para beneficencia. Se trataría de poder transformar la fruta retirada en zumo, una vía más valorada que las retiradas tradicionales o la venta a industria.

Fuente: segre.com