La enfermedad radicular provocada por Armillaria mexicana o A. mellea está asociada con la mortalidad de árboles en huertos de melocotoneros en su principal zona productora de los subtrópicos mexicanos.
Un equipo de científicos de la Universidad de Guanajuato ha evaluado la resistencia y la susceptibilidad de tres patrones Prunus a la infección por A. mexicana (aislado MEX85) y A. mellea (aislado MEX100) en condiciones de invernadero y de campo.
En cuanto a la fase de invernadero, se inocularon independientemente A. mexicana y A. mellea en 14 árboles (de 10 meses) de cada patrón en recipientes de policarbonato: P. persica × P. davidiana Nemaguard, P. persica nativa Criollos de genotipos La Goleta, y P. salicina ciruelo japonés Mondragón. Cuatro árboles no inoculados se conservaron como control, y se controlaron en todos los árboles las variables relacionadas con el crecimiento del árbol y la incidencia de la enfermedad.
A los 22 meses de la inoculación con A. mexicana en el invernadero, Mondragón mostró la menor incidencia (2,5%) de raíces infectadas (IRI), mientras que los patrones Criollos de La Goleta y Nemaguard mostraron la mayor IRI (21,6 y 24,6%, respectivamente). En las plantas de invernadero inoculadas con A. mexicana, los pesos en seco y los volúmenes de raíces, así como los pesos en seco de toda las plantas, fueron mayores (2,2-4,8 veces más) en Criollos de La Goleta; sin embargo, se observaron abundantes micelios dentro del cuello de la raíz y las raíces laterales de este patrón. Por el contrario, la inoculación de A. mellea dio lugar a una incidencia relativamente baja (17,5%) de infección de las raíces. Los resultados muestran que A. mexicana es más virulenta que A. mellea.
En cuanto a la fase de campo, en un huerto comercial con una elevada incidencia (35,3% de árboles sintomáticos y muertos) de A. mexicana, se inocularon 21 plantas de Mondragón (propagadas vía esquejes en tallo) Criollos de La Goleta, y el albaricoque japonés P. mume se inoculó con aislado A. mexicana. Como en invernadero, también en el campo Mondragón mostró la menor susceptibilidad a A. mexicana.
El estudio muestra que los patrones nativos mexicanos de Prunus persica son susceptibles a Armillaria mexicana, mientras que Mondragón se identifica como un patrón con resistencia al patógeno, de ahí que los resultados sugieran usar un patrón Mondragón para una estrategia de manejo eficiente.