014 abril, 2016

Ayer se hizo oficial una noticia que los exportadores españoles de fruta llevaban años esperando, y más todavía desde el cierre del mercado ruso: China importará, por primera vez, melocotón, paraguayo, nectarina y ciruela europea, y España será el primer origen.

Las primeras reacciones de los principales exportadores de fruta de hueso no se han hecho esperar, y todos coinciden en que España está más que cualificada para abrir vías comerciales con China en fruta de hueso, a la vez que recuerdan la gran responsabilidad que esto conlleva y que, de momento, la demanda real no es tan significativa como pueda parecer.

«Si se dan las pertinentes condiciones de mercado, estamos ya preparados y en línea de salida para empezar a trabajar con China», afirma Josep Presseguer, director general de Fruits de Ponent, la productora y exportadora de fruta de hueso más importante de Europa.

En una reciente entrevista de FreshPlaza, Presseguer recordó que «sumando el know how del sector de la fruta de hueso español y la mejora del Transit Time, tenemos ante nosotros un mercado sin competencia en materia de calidad. Pero todavía queda mucho trabajo por hacer para abrir una auténtica vía comercial, ya que una vez se cierren los protocolos no significa que vayamos a exportar inmediatamente. Rusia costó diez años de abrir y una tarde de cerrarse”.

Los primeros envíos serían aéreos
«Queremos empezar por hacer pruebas para determinar qué variedades son más aptas para distancias tan largas y las que se adaptan mejor a los gustos de los consumidores chinos», explica Joaquín Gómez, presidente de APOEXPA, en representación de las 7 empresas murcianas inscritas y con autorización para exportar a China.

«Queremos iniciar este proceso a la mayor brevedad posible y por eso tenemos intención de hacer los envíos de fruta temprana mayoritariamente por avión, con tal de que llegue a destino con la máxima calidad posible».

De acuerdo con los expertos, la fruta de importación de calidad está altamente cotizada en China por las clases con mayor poder adquisitivo, muy por encima de la fruta local, por lo que los costes logísticos por los fletes aéreos no supondrían un gran problema. No obstante, los requisitos en el cool treatment de 15 días pueden entorpecer las operaciones.

«Los experimentos, con gaseosa. Defendamos la marca España»
Según datos de la FAO, las importaciones chinas de fruta de hueso son extremadamente limitadas, siendo de 17.137 toneladas de ciruela procedente de Chile, Nueva Zelanda y Estados Unidos, y de 74 toneladas de melocotón y nectarina de Australia.

«Se trata, sin duda, de una gran noticia, aunque, de momento, hay que reconocer que la demanda de China no es tan importante y por eso es crucial que el trabajo se realice a conciencia desde el inicio», señala José María Naranjo, director comercial de la productora y comercializadora extremeña Tanny Nature.

El exportador avisa de que «lo más difícil está por llegar, ya que depende del éxito de las primeras exportaciones poder establecernos en cualquier país con éxito. Estamos hablando de unos 30 días de transporte que, en realidad, se alargan hasta 40 días en la puesta en venta dependiendo de la ciudad».

«Tenemos que cumplir de manera ortodoxa con los requisitos de calidad y exportar de forma ordenada. Como dice el refrán, ‘los experimentos, con gaseosa'», indica el experto en fruta de hueso. «La marca España está en juego ahora. Sigamos el ejemplo de los exportadores de cítricos españoles en estos mercados, que están haciendo un trabajo bastante profesional», añade.

«Tenemos grandes esperanzas con el paraguayo»
Sabemos de antemano que China tiene preferencia por las variedades subácidas. Tenemos muchas esperanzas con el paraguayo, una fruta que los chinos llaman «fruta del cielo», afirma Joaquín Gómez, de APOEXPA.

El paraguayo o melocotón plano es la tipología de fruta de hueso que más ha crecido en superficie tanto en Murcia como en Cataluña, sustituyendo en muchos casos al melocotón tradicional. Si el paraguayo tiene éxito en este mercado, servirá para descongestionar los mercados europeos ante la sobreoferta que se viene temiendo para próximas campañas.