«Un planteamiento sencillo para mantener los cultivos limpios»
07 abril, 2016

Puesto que la fumigación y los lavados químicos se están convirtiendo en un problema cada vez mayor en la industria, la innovadora compañía neozelandesa Biofume Limited está tomando la iniciativa hacia opciones baratas y eficaces enfocadas al ozono.

La compañía ha presentado recientemente un sistema móvil patentado de fumigación de ozono que puede encajarse en el equipo existente y usarse de forma eficaz para el control de plagas y hongos sin necesidad de productos químicos perjudiciales.

«Comenzamos hace seis años a desarrollar el proceso de convertir el ozono en agua, como alternativa a los sistemas actuales de protección contra la escarcha mediante fumigación», afirma el director de Biofume, Roger Cherry.

«Es un planteamiento sencillo para mantener los cultivos limpios. El ozono es un producto natural y lleva años en otras industrias. Ya se usa para desinfectar el agua —de hecho, toda el agua embotellada usa el ozono como desinfectante—, así que es muy ecológico».

Biofume lleva años diseñando varias opciones de conversión y distribución del ozono, como el desarrollo de su propio fumigador de cultivos, antes de diseñar un sistema de última generación que es compatible con el equipo anterior.

«Se trata de utilizar lo que ya tiene la gente. Para que los agricultores puedan usar sus fumigadores químicos actuales, nosotros proporcionamos nuestra unidad de conversión de ozono y un distribuidor que se encaja en él, y todo el sistema está alimentado por un convertidor de batería en el tractor», explica Cherry.

«De este modo, se puede alternar entre el ozono y otros fumigadores si se desean, y lo único que hace falta una vez instalado es pulsar un interruptor».

Relata que comenzaron en Nueva Zelanda con algunos huertos de kiwis que necesitaban una manera alternativa de enfrentarse a la enfermedad bacteriana PSA (Pseudomonas syringae pv actinidiae), y los resultados hablan por sí solos.

«Ahora hay huertos de kiwis en Nueva Zelanda que no se han fumigado esta temporada, excepto con agua con ozono, así que están encantados con los resultados», afirma, y añade que nunca tendrán que cambiar a otro fumigador nuevo, ya que nada puede desarrollar una resistencia al ozono.

«El ozono hace explotar las moléculas de las paredes celulares, de modo que los organismos no pueden desarrollar una resistencia hacia él, lo que supone una ventaja enorme sobre los fumigadores químicos».

Cherry explica que el ozono se considera una alternativa a los fumigadores tradicionales desde hace años, pero muy pocas compañías han podido desarrollar sistemas fiables ni asequibles.

«Principalmente, creo que la gente ha comprado equipo de ozono antes, o ha combinado elementos, y ha tenido una fiabilidad deficiente. Sin embargo, a medida que se ha desarrollado la tecnología, se ha allanado el camino para que compañías como la nuestra desarrollen sistemas de distribución mejores», opina.

«Sin embargo, llevamos años en esto, y provengo de un entorno científico, así que eso también es una ventaja. Así, hemos diseñado y manufacturado todo tipo de generadores y envases de ozono y hemos invertido cerca de 2 millones de dólares en ese aspecto».

«Es un compromiso enorme, pero los resultados mostraban que teníamos que hacerlo, así que no nos rendimos y ahora vemos que mereció la pena».

Además del sistema de fumigación, Biofume ha diseñado sistemas para aspersores supraarbóreos y lavado de cultivos, que han colocado a la empresa a la cabeza de la industria en este ámbito.

campo biofume - frutas berdejo

«De nuevo, con los aspersores supraarbóreos de protección contra la escarcha, utilizamos lo que ya tenía la gente. Desarrollamos el sistema y después lo rediseñamos para cumplir los requisitos específicos y funcionar con los sistemas de riego por aspersión supraarbóreos existentes», explica Cherry.

«Después, con las plantas de procesado y clasificado, tenemos nuestro sistema de lavado de cultivos que se puede configurar para lavar frutas, como las manzanas, antes de clasificarlas, para eliminar todas las bacterias y hongos. También detiene la podredumbre y oxida los compuestos químicos de las frutas, así que, incluso si se han fumigado en el huerto, se pueden tratar con este sistema y los residuos químicos se neutralizan».

Comenta que hay grandes plantas de manzanas en Nueva Zelanda que también han invertido en el sistema de canalización de aguas de Biofume.

«Hay un importante procesador de manzanas en Nueva Zelanda que puesta por este sistema», afirma.

«Lo otro que hay que tener en cuenta es que la industria se está percatando de que muchos de los productos químicos utilizados para hacer flotar las manzanas durante este proceso se están prohibiendo en varios países, así que las compañías tienen que deshacerse de los residuos de los productos químicos, y ahí es donde entramos nosotros».

Actualmente, Biofume se encarga directamente de todas las ventas de su tecnología basada en el ozono, tanto en Nueva Zelanda como a nivel internacional, y planea continuar expandiéndose a medida que más personas se den cuenta de los beneficios de este sistema.