027 abril, 2020

Pese a que el suministro de frutas y hortalizas frescas a los ciudadanos europeos confinados en sus casas es ininterrumpido por ahora, la pandemia de COVID-19 ha continuado desestabilizando el sector hortofrutícola europeo, amenazando el suministro de alimentos a largo plazo. En una carta enviada al comisario europeo de Agricultura, Janusz Wojciechowski, Freshfel Europe ha solicitado ayuda económica urgente y flexibilidad en las herramientas de la PAC para proporcionar esa estabilidad tan necesitada en el sector hortofrutícola. En la actualidad, los productores se enfrentan a unos significativos incrementos de los costes, estimados en al menos 500 millones de euros mensuales. El sector también ha perdido acceso al canal horeca, que representa el 25-30% de la oferta de mercado, y las exportaciones de frutas y hortalizas frescas de la UE a países terceros, valorada en 5.000 millones de euros anuales, también se encuentra con dificultades considerables. A medida que vaya evolucionando la pandemia, seguirá generando un mayor estrés económico para el sector y amenazará la sostenibilidad económica del suministro hortofrutícola.

La carta que Freshfel Europe ha dirigido al comisario Wojciechowski advierte de que el sector no puede sostener el aumento de los costes de producción y logística resultantes de la crisis de la COVID-19 sin poner en peligro el suministro de frutas y hortalizas en el largo plazo. El apoyo económico es esencial, en conjunto con otras medidas como la flexibilidad en la gestión de las herramientas de la PAC, con el fin de permitir que el sector continúe encontrando el equilibrio entre el incremento de los costes relacionados con la COVID-19 y la sostenibilidad económica.

Haciendo hincapié en la inmensa carga económica que soporta el sector, el delegado general de Freshfel Europe afirma: «Los costes adicionales en los campos y las centrales de envasado se estiman en al menos 0,05 céntimos de euro por kilo, y se considera añadir esta misma cantidad al coste del transporte dentro de las fronteras de la UE». En total, esto supone 500 millones de euros, dado el volumen producido y despachado cada mes. Binard destaca también que el sector debería tener la consideración de esencial para garantizar el acceso a herramientas y medidas de protección que permitan el regreso a la actividad normal lo antes posible. Esto incluiría el acceso a hidrogel, mascarillas y tests, así como permitir al sector colocarse en una posición que posibilite el levantamiento de las medidas de distanciamiento social. Junto con la disponibilidad de todos los temporeros, estos cambios facilitarían que las labores de campo y las operaciones logísticas funcionaran a unas tasas de rendimiento elevadas para garantizar el suministro.

Conforme continúa la propagación de la pandemia de COVID-19, Freshfel Europe mantiene que deben tomarse más medidas necesarias en el marco de la PAC en el ámbito europeo para evitar una crisis de suministro alimentario en fechas posteriores y así garantizar que el sector pueda continuar proporcionando frutas y hortalizas frescas a precios asequibles para los consumidores europeos en los próximos meses. Freshfel Europe también ha recomendado al comisario Wojciechowski que, a la luz del largo alcance de las implicaciones de la crisis de la COVID-19, se revisen también las diferentes políticas relacionadas con la agricultura y en concreto con las frutas y hortalizas, tales como investigación y desarrollo, reforma ecológica, políticas de promoción, políticas de comercio internacional y la venidera estrategia Farm to Fork. Debería analizarse, así mismo, la evolución de las condiciones en referencia a las pólizas de seguros y los seguros de créditos, y a la igualdad de acceso a la liquidez.